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lunes, 4 de julio de 2011

La "horrible" Jennifer Aniston The New York Times





Ser una estrella de cine rica y famosa es un trabajo nada malo y la mayoría de quienes lo lograron aseguran que lo disfrutan, en gran medida porque, a diferencia de la realeza o los herederos multimillonarios, por lo general ellos tuvieron su buena porción de trabajos horribles en su camino a la riqueza y la fama.

Jennifer Aniston, por ejemplo, pasó diez años interpretando a Rachel en “Friends” (1994-2004), serie televisiva que la hizo rica aun conforme a las normas de las estrellas de cine y famosa según cualquier criterio que queramos aplicar. Ahora ella protagoniza regularmente grandes películas.

Cuando llega al elegante hotel de Manhattan para hablar de su película más reciente, y quizá la menos convencional en toda su filmografía, la comedia “Horrible Bosses,” se le recuerda que sus compromisos en Nueva York no siempre fueron tan grandiosos.

“Cuando era mucho más joven, fui mensajera de bicicleta en la ciudad de Nueva York,” revela Aniston, de 42 años de edad. “Tenía entonces 19, para ser exacta. ¡Imagíneme montada en una bicicleta!”

Se ríe cordialmente, haciendo que se célebre cabello, rubio con vetas oscuras, que estos días lo lleva muy corto, ondee alrededor de su rostro.
“Oh, yo no tenía nada de coordinación,” admite Aniston. “Era extraordinariamente torpe. Nunca debieron permitirme andar en una bicicleta con todos esos cilindros, engranes, o como sea que se llamen. El peor día fue una vez que de plano me metí por una puerta. Era fácil ver que iba a necesitar otra opción profesional, ¡y muy pronto!”

Para como fueron las cosas, su plan alterno le salió bastante bien. Mientras Aniston se acomoda para hablar de su película, se ve delgada y elegante en una falda recta y estrecha de Calvin Klein y una blusa Tom Ford haciendo juego, que deja al desnudo sus nervudos hombros. Ella es delgada y musculosa, con una sonrisa pronta, muy adecuada en una mujer que ha logrado prácticamente todo a lo que puede aspirar una actriz, salvo el Oscar. Y si los rumores son ciertos, en su vida también hay un nuevo romance con el actor Justin Theroux.

Después de haberse hecho la fama de “novia de Estados Unidos” en “Friends”, Aniston ha estado aprovechando su carrera cinematográfica para ejercitar sus habilidades histriónicas, haciendo casi de todo, desde comedias desmesuradas como “Bruce Almighty” (2003), “The Break-Up” (2006) y “Just Go With It” (2011), hasta dramas como “The Good Girl” (2002), “Derailed” (2005) y “Friends with Money” (2006).

En “Horrible Bosses,” que se estrena en todo Estados Unidos el 8 de julio, Aniston agrega un nuevo personaje a su filmografía: la villana cómica.

En lugar de interpretar a una trabajadora oprimida, como hizo en “Office Space” (1999) y “The Good Girl,” ella encarna a uno de los personajes titulares: la depredadora dentista Julia Harris, que persigue implacablemente a su ayudante (Charlie Day) en busca de sexo, recurriendo incluso al chantaje y las amenazas.

¿El público cinéfilo está dispuesto a ver a Jennifer Aniston en un papel tan sórdido? Ella no lo sabe y, por lo demás, no le importa.

“No quiero tener que ir siempre a la segura”, afirma la actriz desafiante. "Quise correr el riesgo. Quería hacer algo que me permitiera ir en otra dirección. Nunca me había llegado un libreto que me permitiera ir en esa dirección. El riesgo hizo que fuera divertido".

“Creo que no me importaría mucho que hubiera una reacción mala en contra,” agrega, “aunque no creo que vaya a haberla. Simplemente pensé que para todos sería divertido verme en un ángulo diferente. Al menos eso espero”.

A Aniston también le gustó la inversión de géneros, en la que la mujer es la acosadora.

“Por lo general el personaje masculino es el que está en ese papel”, afirma. “Por eso pensé en ella como si fuera un tipo. Fuera de eso, simplemente me atuve a lo que estaba en el libreto. No tuve ninguna influencia en lo que ella decía. Todas sus palabras estaban en la página y yo no cabía en mí de emoción. Mientras más groseras, mejor”.

Entrevistado por separado, el director Seth Gordon reveló que Aniston fue su primera opción para que interpretara el papel de Julia, precisamente por el contraste entre su imagen habitual y los diálogos tan sucios y bajos del personaje.

“La única persona que podía imaginarme diciendo esas líneas tan vulgares y hacerlo de manera eléctrica y asombrosa fue Aniston,” asegura. “Por eso me dio mucho gusto que ella aceptara”.

En cuanto a Day, también en entrevista por separado, él declaró que estaba escandalizado de hacer tantas "escenas sucias con Rachel, la de `Friends.’

“Yo estaba intimidado”, admite. “Mi reacción natural a lo que estaba saliendo de sus labios quedó captada en la película. Mi trabajo era actuar impresionado por lo que ella decía. Y ésa fue mi impresión de verdad”.

“Yo me la pasé disculpándome con Charlie por todo lo que yo decía o por lo que hubiera sucedido en la toma”, afirma por su parte Aniston. “Después de haberme sentado a horcajadas sobre él, le decía: ‘Lo siento mucho, de veras. ¿Estás bien?”’.

En general, él decía que sí estaba bien, con una sola excepción.

“Una vez me mordió la oreja”, revela Day haciendo una mueca. “Muy fuerte”. Sí, Aniston admite que eso es verdad. “Fue una mordida de oreja muy realista”, explica. “Eso era lo que yo quería”.

Los fans de Aniston tendrán que aceptar algo más que el sucio personaje al que interpreta. Ella descartó su característico pelo rubio y largo, cubriéndolo con una peluca color castaño con fleco.

“Sabía que quería verme diferente”, explica la actriz. “Fui yo quien insistió en el pelo oscuro. Estuve haciendo una película justo antes que ésta, e iba a hacer una después, en las que necesitaba verme más como yo misma, así que comprendí que este personaje tenía que ser diferente”.

Como era de esperarse, a los ejecutivos de Warner Bros no les emocionó mucho que la estrella de más renombre de la película se volviera prácticamente irreconocible.

“Hubo una etapa maravillosa en esta película que yo llamo ‘Hairgate”,’ señala. “El estudio no quería que yo usara peluca. Me decían que nadie iba a saber quién era yo. Yo contestaba que la gente iba a ver mi nombre en los créditos”.

Aniston se montó en su macho y, a fin de cuentas, se salió con la suya.

“Definitivamente no había manera de que yo dijera esas palabras y no me viera algo diferente”, afirma. “Y yo sentí mucha libertad”.

No tanta libertad como Internet quisiera que pensáramos. Durante meses corrió en la Red el rumor de que Aniston haría una escena de semidesnudo en la película. Ella, por su parte, asegura que nunca hubo ningún plan en ese sentido. Sus escenas con Day son sugerentes pero no hay desnudos.

“No tengo ni la más remota idea de dónde pudo haber salido ese rumor”, asegura. “Pero es un buen rumor. Para nada cierto”.

Se dijo que Aniston acepró papeles como éste y como la calculadora y seductora mujer en “Derailed” como un esfuerzo consciente de separarse de su imagen de “novia de Estados Unidos”, pero ella dice que no es así. De hecho, ella se siente muy frustrada por este asunto.

“Yo no acepté el papel para deshacerme de ese título”, asegura. "No sé siquiera de dónde salió ese título, para empezar. Es una etiqueta que nos pegan. Estamos marcadas y no hay nada que pueda hacerse al respecto. Siempre tendremos algo adherido".

“Yo soy actriz”, continúa Aniston. “Y, por cierto, hay muchas, muchas novias en Estados Unidos. Mi motivación siempre ha sido ponerme retos y salirme de lo que a la gente por lo general le gusta verme hacer”.

Su próxima película es “Wanderlust” y se estrenará este mismo año. En ella, Aniston hace pareja con Theroux, supuestamente su interés amoroso también fuera de la pantalla.

Aniston rehúsa responder preguntas sobre su vida privada, podemos suponer porque se hartó de ellas en 2005, cuando su entonces esposo, Brad Pitt, la dejó por Angelina Jolie. Eso provocó un tsunami en la prensa sensacionalista que dura hasta nuestros días. Y es que, para parar el sensacionalismo mediático, no ha ayudado en nada que Aniston haya tenido relaciones posteriores con otras estrellas, como John Mayer y Vince Vaughn, ni que Pitt y Jolie hayan mantenido un matrimonio nada convencional muy conspicuo.

Hasta este día, cualquier migaja de su vida personal es devorada por la prensa amarillista y ella es perseguida por los paparazzi por donde quiera que vaya, para asombro de la misma Aniston.

“¡Por Dios!”, exclama Aniston, “no entiendo el gusto de seguirme cuando voy caminando por la calle o voy a la tienda”.

Ella tiene su propia forma de mantener la serenidad, por no hablar del mantenimiento de su célebre y brillante físico.

“Es el yoga", revela Aniston. “Siempre lo práctico. Si no lo hiciera, no me sentiría bien de espíritu”.


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