“Con ese trabajo, sinceramente, fue que comenzó mi afición por el ejercicio. Simplemente, tienes que decidir desde joven si quieres ser el cazador o deseas convertirte en la presa“, afirmó.
Explica que no tiene un plan específico para estar en forma, sólo se limita a hacer bicicleta de montaña, cosa que cambia -interdiario- con la rutina de ejercicios exigida en el plató para darle forma física a sus personajes.
¿Más específicamente?
En cuanto a lo de ser el cazador o la presa: “Cuando creces en una ciudad como New York, tienes que decidir a temprana edad si quieres ser lo uno o lo otro, especialmente si eres como todos los hombres, queriendo y tratando de coj** a todas las chicas bellas que te rodean.”
En cuanto a ser el típico “gorila” perseguidor de los que huyen de la ley : “Aprendí demasiado. Muchísimas de las cosas que aplico en mis interpretaciones, las hago recordándome de lo que hacía cuando trabajaba como ‘bouncer’. Tienes que poder leer a la gente. Hablar como un policía cuando estás siendo ferozmente interrogando. Mi trabajo era así, sólo que sin leyes específicas. Era un pistolero por contrato. Y se aprende mucho estando en ese campo”
.
Hablando de las peleas que tuvo siendo cazador de reecompensas: “Probablemente, estuve en 500. Peleaba todos los días a todas horas, y eso fue por más de 10 años… Y éstas, créanme, no fueron riñas bonitas.”
Cuando infiere en cómo entrena para cada rol, explica que esos días el horario es muy estricto, “como nada que haya hecho antes. Siempre son diferentes pero igual de fuertes”.
Admite que el compromiso es tremendo, porque tiene que atribuirle al cuerpo millones de tareas distintas para cada uno de los músculos, “aunque hay casos especiales en los que el papel me exige dejar de entrenar y alejarme de todo tipo actividad física”. Cuando eso pasa, “lo acepto con tranquilidad, que así sea”.
Afirma que “todo es mental. Cuando tengo que hacer de alguien más, no es mi prioridad verme fit si no lo necesito. Ser actor es poder brindar credibilidad. [Por una película], “Tuve que comer helados a todas horas y lo más rápido que podía. Es fantástico, a veces, porque después de estar tantos años privándote de lo que te gusta, es liberador cuando te exigen comer cosas que tenías 10 años que no probabas“.
En otros casos, “Cuando hice la película de Riddick, por ejemplo, necesité estar en la mejor forma y lo conseguí boxeando los 7 días de la semana, y enfocándome en construir una agilidad máxima. Hice pilates, yoga y todos los ejercicios que me permitieran mover el cuerpo en maneras totalmente diferentes“.
¿Cómo se ve en su futuro?, la verdad es que “me vale mi**a todo lo que pase mañana. Negativo, positivo… Ambos. Nada afectará mi autoestima. Lo único que quiero es hacer mi mejor trabajo en cada una de las películas que me esperan y ¡no dejar jamás de ‘romperle el trasero’ a mis oponentes! -sólo en las grabaciones-.
Fuente : http://www.misionlandia.com.ar/index.php/-life-and-style/hollywood/21615-vin-diesel-ser-cazador-de-recompensas-me-enseno-a-ser-actor.html
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